Contratar Empresas de Seguridad Privada: Pros y Contras

Al iniciar y mantener un negocio, la seguridad es una prioridad clave. Cuando se trata de proteger su empresa, surge el dilema de elegir entre contratar empresas de seguridad privada o establecer un equipo de seguridad interno. Aquí se presentan algunos pros y contras de optar por empresas de seguridad privada:

Pros:

1. Rentabilidad: Contratar una empresa de seguridad privada puede resultar más rentable para un negocio nuevo. Evita costos asociados con la contratación, formación y retención de guardias de seguridad, ya que la agencia se encarga de estos aspectos. No hay gastos administrativos adicionales, lo que se traduce en ahorros significativos.
2. Flexibilidad Contractual: Las empresas de seguridad privada ofrecen flexibilidad en términos de contratos. Puede ajustar fácilmente el número de agentes de seguridad según sus necesidades sin preocuparse por temas sindicales o políticas internas. La flexibilidad contractual permite adaptarse a cambios en el entorno empresarial.

Contras:

1. Falta de Compromiso: Un desafío al contratar guardias de seguridad privada es la falta de compromiso. Estos guardias no están vinculados emocionalmente al negocio y pueden tener una actitud menos dedicada. La falta de beneficios y oportunidades de carrera puede generar desinterés y resentimiento hacia el empleador.
2. Alta Tasa de Rotación: La alta tasa de rotación de empleados es común en la industria de seguridad privada. Los guardias pueden abandonar sus puestos en busca de oportunidades de empleo más estables o con mejores beneficios. Esta rotación frecuente puede afectar la consistencia y la calidad del servicio de seguridad.

En resumen, al considerar la contratación de empresas de seguridad privada, es crucial sopesar los beneficios financieros y la flexibilidad que ofrecen frente a los posibles problemas de compromiso y rotación de empleados. Cada negocio tiene necesidades únicas, y la elección entre una empresa de seguridad privada y un equipo interno dependerá de factores específicos, como el presupuesto y las expectativas de seguridad a largo plazo.